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Aprueban salario mínimo de $21,44 por hora también para deliveristas de supermercados y farmacias de NYC.

El Concejo Municipal aprobó este lunes una serie de legislaciones que exige a las empresas de aplicaciones como Instacart y Shipt, pagar a los deliveristas de supermercados un mínimo de 21,44 dólares por hora, para igualar el aumento que recibieron en abril, otros trabajadores de aplicaciones de entrega de restaurantes como Uber Eats y DoorDash. Una batalla laboral que se inició durante la pandemia y hoy cinco años después, sigue trayendo más conquistas salariales para miles de trabajadores de reparto, pero también preocupaciones para las corporaciones digitales, quienes insisten que todas estas medidas, terminan afectando aún más el bolsillo de los consumidores neoyorquinos.

Estas nuevas leyes beneficiarán a casi 20,000 repartidores de comestibles, que no solo recibirán un aumento por cada hora de trabajo, sino la obligatoriedad de propinas, plazos claros para recibir el pago de sus servicios y estados de cuentas detallados acerca de sus servicios.

En específico, la ley 737-A, presentada por el concejal Shaun Abreu, exigirá que los servicios de reparto externos de comida y comestibles ofrezcan una propina de al menos el 10% del precio de compra en cada pedido de comida o comestibles. Otra legislación exige que los servicios de entrega de alimentos y comestibles a domicilio ofrezcan la opción de dar propina, antes o al mismo tiempo, que se realiza un pedido.

“Estamos siendo más transparentes tanto con los trabajadores, como con los consumidores. La idea es que el sistema funcione mejor para todos”, indicó Abreu.

Como han insisto los trabajadores agrupados en ‘Deliveristas Unidos’ en represalia por la ley de salario mínimo de 2023, algunas empresas de aplicaciones ocultaron las opciones de propinas al final del proceso de pedido, lo que redujo sustancialmente los ‘tips’ de los trabajadores.

Estas nuevas legislaciones no solo igualan el salario entre los deliveristas de restaurantes y supermercados, sino que abordan este problema, al exigir que las aplicaciones restablezcan las opciones de propinas al inicio del proceso de pedido y que muestren claramente los estándares mínimos de propinas.

Cuentas más claras

Asimismo, en este mismo paquete, aprobado por la mayoría demócrata de la cámara municipal, se obliga a los servicios de entrega que paguen a sus repartidores contratados, a más tardar 7 días calendario, después de la finalización del período de pago.

Este proyecto de ley también obliga que los servicios de entrega, proporcionen a cada repartidor contratado, un estado de cuenta detallado por escrito, que describa su compensación a más tardar 7 días después de la finalización del período de pago.

Finalmente, se exige que los servicios de entrega, conserven dichos estados de cuenta, durante al menos tres años y proporcionen copias a los trabajadores que lo soliciten.

“La mayoría de esta fuerza laboral proviene de comunidades inmigrantes, reciben salarios de miseria simplemente por entregar artículos, y a veces incluso el mismo artículo, en una aplicación diferente. Este sistema salarial de dos niveles obstaculiza nuestro objetivo de hacer que Nueva York sea más asequible y habitable. A medida que estos sectores crecen, nos negamos a dejar atrás a estos trabajadores inmigrantes”, razonó la concejal Sandy Nurse, una de las legisladores que impulsó estos nuevos beneficios.
Servicio en ascenso

En los últimos años, la industria de reparto a través de aplicaciones, se ha expandido rápidamente en la ciudad de Nueva York, a medida que los consumidores adoptaron las compras y el reparto en línea como una alternativa conveniente a las compras en tiendas físicas, durante la pandemia.

El sector de la entrega a domicilio, ha seguido creciendo en la ciudad de Nueva York, con más de 125 millones de entregas gestionadas a través de aplicaciones de terceros cada año.

Según el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador de la ciudad (DCWP), se estima que hay 65,000 repartidores de restaurantes en la ciudad.

“Estos proyectos de ley fortalecerán nuestros avances, al eliminar varias lagunas legales. Al restaurar la transparencia en las propinas, exigir la divulgación anticipada de los cálculos salariales, extender los requisitos de protección laboral a aplicaciones de entrega de comestibles, se garantizan estándares laborales más consistentes, en toda la industria”, declaró Ligia Guallpa, directora ejecutiva del Proyecto de Justicia Laboral.
Legisladores demócratas aseguran que ahora existirá más transparencia en la forma cómo se calculan los ingresos y las propinas de esta fuerza laboral. (Foto: WJP – Cortesía)
“Lo pagará el consumidor”

Como sucedió con las empresas Grubhub, junto con DoorDash y Uber Eat en el pasado, las corporaciones afectadas ya mostraron abiertamente sus criterios sobre los efectos de estas legislaciones.

Un portavoz de Instacart, en un comunicado compartido por medios locales, aduce que “esta iniciativa pone en peligro un recurso vital del que dependen miles de neoyorquinos, en particular aquellos con problemas de salud, movilidad o transporte. Los propios datos de la Ciudad muestran que estos ajustes, podría aumentar los costos de entrega de comestibles en un asombroso 46%, impedir el acceso al trabajo a miles de repartidores de la ciudad de Nueva York y aumentar las tarifas de los supermercados locales”.

Asimismo, Shipt otra plataforma de comercio electrónico que facilita la adquisición y entrega a domicilio de productos, vincula a los consumidores con “shoppers” personales, quienes se encargan de distribuir artículos provenientes de supermercados y otros establecimientos comerciales, también cargó duramente contra este paquete legislativo.

“Estos proyectos se elaboraron, sin la participación de los repartidores de comestibles. No se escuchó su deseo de flexibilidad y no se reconoció sus experiencias específicas, trabajando con plataformas como Shipt. Aprobar estos proyectos de ley, tal como están redactados, podría tener consecuencias imprevistas que perjudiquen, tanto a los mismos trabajadores que pretenden proteger, como a las familias que dependen de la entrega de comestibles”, expresaron voceros de esta corporación.
Temores basados en experiencia

Para repartidores como ‘Vicente’, quien trabaja para plataformas de supermercados y restaurantes, al lado de su pareja, los aumentos salariales y los nuevos beneficios han sido “en teoría” un gran alivio para un sector de trabajadores, que eran “esclavos” antes de la pandemia. Aunque ha sido testigo cómo las grandes corporaciones, siguen teniendo el dominio absoluto del negocio, porque manejan la tecnología a su antojo.

“Pese a todo, los bombos y los platillos, de que nos aumentaron, los programadores que están detrás de estas apps, son unos genios. Buscan la forma de bloquearte tus horas de trabajo, te sacan de la aplicación y finalmente no es mucha la diferencia entre lo que ganabas antes y ahora. Por eso ahora, debes estar en varias al mismo tiempo, para tener ingresos siempre”, aseguró el deliverista guatemalteco.

Aunque la legislación representa una victoria para los repartidores de los supermercados, el concejal Shaun Abreu, uno de los impulsores principales de estos proyectos de ley, reconoció haber observado represalias por parte de aplicaciones de terceros, como la desactivación aleatoria de las cuentas de los trabajadores y la eliminación de la opción de dar propinas al pagar.

En el fondo, muchos consumidores al ver nuevos recargos en las plataformas de envío, para poder cubrir los salarios mínimos de esta fuerza laboral, han optado por dar menos propina.
Un trabajo más dignificado

Los primeros proyectos de ley que establecen salarios mínimos y condiciones laborales para los repartidores contratados por plataformas de reparto de comida, fueron aprobados por el Concejo Municipal en 2021.

Desde entonces, han avanzado una serie de nuevas propuestas, para proteger no solo los ingresos, sino la seguridad y la dignidad de estos trabajadores.

A principios de este año, legisladores crearon nuevas regulaciones de seguridad para las bicicletas eléctricas, utilizadas por repartidores contratados que realizan entregas a domicilio.

Específicamente, el proyecto de ley que solo espera la firma del alcalde Eric Adams para su ejecución, exige que cualquier bicicleta eléctrica, operada por un repartidor contratado, en nombre de un servicio de entrega, cumpla con las normas locales establecidas para la venta de dicho dispositivo, lo que incluye la certificación de un laboratorio de pruebas acreditado.

La medida busca reducir el número de incendios causados por las explosiones de los equipos de cargas “piratas” o no certificados de estos medios de transporte.

La responsabilidad del cumplimiento de estas disposiciones, recaerá en el servicio de entrega.

La semana pasada la Ciudad de Nueva York anunció la creación de un nuevo departamento con el objetivo de mejorar la seguridad vial y responsabilizar a las empresas de aplicaciones de reparto por el uso de bicicletas eléctricas.

El Departamento de Reparto Sostenible (DSD) se encargará, en parte, de la aplicación de la ley contra la circulación ilegal de ciclomotores, bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos. También garantizará que los ciclistas profesionales utilicen equipos seguros y legales. El DSD formará parte del Departamento de Transporte.

“Es un paso más que estamos dando para apoyar a los repartidores, garantizar la seguridad de los peatones y responsabilizar a las empresas de aplicaciones de reparto por imponer expectativas poco realistas a sus trabajadores, que ponen en peligro a los neoyorquinos”, declaró el alcalde Eric Adams.
Camino de demandas

Hasta ahora no hay señales que las empresas Instacart y Shipt, emprendan acciones legales contra la Ciudad, como ha sucedido en el pasado con otras plataformas.

En 2023, Grubhub, junto con DoorDash y Uber Eats, presentaron solicitudes de orden de restricción pocos días antes de la entrada en vigor del aumento inicial del salario mínimo para los repartidores de comida a 17,96 dólares por hora. Las solicitudes alegaban que los reguladores utilizaron datos inexactos para calcular la compensación.

Un juez falló en contra de las tres empresas de reparto de comida, lo que permitió a la ciudad aumentar el salario mínimo de los trabajadores a casi 18 dólares y aumentarlo a 20 dólares o más en 2025.

Estas empresas también presentaron una demanda en 2021, argumentando que el límite del 15% que la ciudad impuso a las tarifas de los restaurantes por pedidos en línea y del 5% para otras tarifas, era ilegal y les impedía negociar sus propios precios con los restaurantes.

La demanda se resolvió este año después de que el Concejo Municipal, modificara la ley para crear algunas excepciones al límite.
El dato:

20,000 trabajadores aproximadamente se beneficiarán con el nuevo salario mínimo que incluye a deliveristas de supermercados y farmacias.

ELDIARIONY.

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