El bolso de un millón de euros de Louis Vuitton.

Pharrell Williams ha sido uno de los claros protagonistas de la semana de la moda masculina de París. No solo por haber presentado su primera colección como director artístico de la línea menswear de Louis Vuitton –un debut que se ha ganado el aplauso de la crítica y ya tiene una buena lista de piezas que arrasarán– sino también por haber sido protagonista de la primera fila de otros muchos shows. Allí se ha dejado ver acompañado por el que ya es un bolso inseparable, un modelo de Louis Vuitton que ha revolucionado internet por la cantidad de ceros que acumula en su etiqueta.

Conocido como Millionaire Speedy el diseño es la versión más lujosa de uno de los bolsos más famosos de Louis Vuitton. Haciendo honor a su nombre el diseño está valorado en un millón de dólares (unos 914.000 euros), una cantidad que se entiende al hacer zoom en sus materiales. El Millionaire Speedy está confeccionado en piel de cocodrilo amarilla con el famoso monograma de la firma en blanco y detalles en color tostado. Tanto la cadena como el resto de elementos de hardware del bolso son de oro amarillo. Para rematar, un candado adornado con las iniciales ‘LV’ está engastado con pavé de diamantes.

El Speedy es uno de los bolsos más reconocibles e icónicos de Louis Vuitton; un modelo de 1930 creado para viajar y que ahora Pharrell Williams se ha propuesto recuperar. Además de reinventarlo en su primera colección para la maison francesa en varios tonos saturados, ha creado este exclusivo modelo para él mismo del que no se separa desde que lo llevara en el desfile de Loewe –donde apareció junto a su mujer Helen Lasichanh y su hijo Rocket– dejándose fotografiar con él en otros desfiles como el de Junya Watanabe, Dior o Kenzo. Aunque no se sabe mucho más sobre esta sublimación del lujo, al parecer está completamente hecho a mano en uno de los talleres de cuero exótico de Louis Vuitton.

Williams lo ha combinado con otro accesorio llamado a la viralidad: unas gafas que codiseñó para Louis Vuitton en 2004 y cuya versión realizada a medida por Tiffany & Co., también está cuajada de diamantes. Unas gafas de sol a la altura del bolso del que todo el mundo habla.