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MUERTE DE HOMBRE EN CÁRCEL DE PUERTO PLATA DESATA POLÉMICA SOBRE LEGALIZACIÓN DE LA MARIGUANA Y LA PRISIÓN PREVENTIVA.



A principios de mayo fue publicada una foto donde se veía una plantación de unas 47 matas de marihuana que tenía un hombre de Puerto Plata en la azotea de su casa. Ese hombre fue apresado y enviado a prisión preventiva por 3 meses, y hace un par de días murió de un infarto mientras estaba preso. Ese hombre se llamaba JUAN TOMÁS LLIBRE, y ahora su historia y desenlace está siendo discutida en las redes y los medios.

SECRETO PARA NADIE
Juan Tomás era hijo del poeta Juan Llibre Puig y la actriz Lidia Isabel Miller. Era ingeniero en informática, conocido a nivel nacional e internacional desde hace mucho tiempo. Es decir, no tenía el perfil de un narcotraficante. Pero sí era un gran activista a favor de la legalización de la marihuana para uso medicinal, sobre todo después de que su hija fue diagnosticada con «deficiencia cannabinoide» en Canadá, por lo que necesitaba usar medicinas basadas en el cannabis.

Llibre decía constantemente en sus redes que los gobiernos que mantenían su prohibición estaban «matando» enfermos. Intentó convencer a congresistas de proponer un proyecto de ley para despenalizar el cannabis, y llegó a someter recursos a la justicia en contra de la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas. El último recurso fue un par de días antes de ser apresado.

Él mismo decía en sus redes que la marihuana lo ayudó a superar un cáncer y que actualmente la usaba para un problema de la columna. Por eso, se supone también que la plantación de su azotea era puramente para su uso personal. El problema es que la ley no contempla distinguir para qué vas a usar la marihuana que tengas; simplemente contempla la cantidad: menos de 20 gramos es simple posesión, menos de 1 libra es distribuidor, y más de 1 libra es traficante. Y el don tenía 47 plantas.

TRAFICANTE VA PRESO
OK, tenía toda esa marihuana. Pero Llibre tenía 79 años y estaba enfermo, por lo que su defensa pidió que le dieran prisión domiciliaria mientras se averiguaba el caso. De hecho, la misma ley dice que a las personas mayores de 70 años no se les debe mandar a prisión preventiva, salvo en casos muy excepcionales. Pero si tienes tiempo leyendo el Brifin, sabrás que 15 mil de los 26 mil presos del país están en preventiva, porque aquí esa es la primera opción cuando debería ser la última. Y eso hicieron: lo mandaron a la cárcel.

Dice su familia que después de un par de semanas en la cárcel, desarrolló una infección de orina y comenzó a tener fiebre, y no lo dejaron ir al médico. Después, ya más grave, pidieron trasladarlo en ambulancia y tampoco lo dejaron. Finalmente, lo mandaron al dispensario médico del penal y llamaron al 911, pero no hubo tiempo: infarto al miocardio y murió.

Este caso ha abierto el debate, no solo sobre la despenalización de la marihuana para uso medicinal, sino sobre el uso abusivo de la prisión preventiva y la atención médica a los reclusos. Ya hay abogados diciendo que su familia debería demandar al Estado, porque llevan todas las de ganar.

Fuente: El Brifin.

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