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HOY SE CUMPLEN TRES MESES DE TRAGEDIA EN JET SET, EL LUTO SIGUE VIVO EN LA ZONA CERO.




A tres meses del derrumbe que convirtió la discoteca Jet Set en escenario de una de las peores tragedias del país, familiares de las 236 víctimas fatales regresaron a la llamada zona cero entre lágrimas, oraciones y reclamos de justicia.


Santo Domingo.– A tres meses de la trágica madrugada del 8 de abril, la discoteca Jet Set sigue siendo sinónimo de luto, memoria y preguntas sin respuesta.


La tristeza aún se respira en el lugar donde el techo colapsó sobre cientos de personas, dejando 236 muertos y más de 180 heridos. Hoy, familiares, amigos y sobrevivientes volvieron a ese espacio ahora convertido en zona cero, para recordar, llorar y seguir exigiendo justicia.



“Han sido 90 días de dolor. No pasa un segundo sin que lo recuerde”, dice con voz quebrada Rosa Batista, madre de una joven de 27 años que perdió la vida esa noche.

Su hija celebraba el cierre de un ciclo universitario y, como muchos, nunca volvió a casa. Rosa aún conserva el último mensaje que su hija le envió: «Mami, ya voy para allá». Jamás llegó.

La zona cero
Frente a lo que antes fue una de las discotecas más emblemáticas del país, hoy hay flores marchitas, velas consumidas y fotos con tinta corrida por la lluvia y el tiempo.

Algunas imágenes ya están rotas, otras arrugadas, pero todas cargadas del peso de la ausencia. No hay mirada viva en esas fotografías; parecen perder lentamente la memoria de quienes fueron.

Los asistentes a la misa conmemorativa, celebrada esta mañana, llegaron con camisetas estampadas con los rostros de sus seres queridos.

El silencio, interrumpido por cantos religiosos y oraciones, era la forma común de comunicación en un espacio donde las palabras no alcanzan.

“Aquí venía mi hermano todos los viernes. No había forma de sacarlo de este lugar”, compartió Efraín Méndez, que perdió a su único hermano, de 35 años, en el desastre.

“Hoy vengo por él. Para que sepa que no lo olvidamos. Para que se sepa que no fue un número, fue una vida”, agregó con el rostro cubierto por la tristeza.

La tragedia del Jet Set se convirtió en uno de los peores desastres civiles del país en décadas. En cuestión de segundos, un espacio destinado al entretenimiento se volvió una trampa mortal.

El entorno donde antes reinaba la música hoy es un espacio de duelo. Los escombros han sido retirados, pero las marcas del dolor permanecen en el suelo, en los muros y en el alma de quienes pasan cada aniversario sumidos en la nostalgia.

“Ese lugar nos quitó una parte de nosotros”, afirmó Clara Espinal, amiga de una de las víctimas.

“Pero también nos unió en un mismo dolor. Aquí nos encontramos para no olvidar, para seguir pidiendo que se diga la verdad”.

“Volveremos cada 8”, dicen algunos. Volverán para recordarlos. Para que sus nombres no se borren. Para que la tragedia del Jet Set no sea solo una estadística, sino una herida que obligue a la sociedad a preguntarse cómo evitar que algo así vuelva a ocurrir.

Fuente: El Día.

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