14% de los hispanos de NYC tienen un diagnóstico de diabetes.

El 80% de las amputaciones de extremidades inferiores, son resultado de complicaciones de la diabetes.
“Es muy difícil cambiar la costumbre de tantas harinas y arroz blanco, además de pan blanco y postres. Ni hablar de las tortillas. La verdad, es que a los más pobres de la ciudad, les cuesta cada vez más pensar en comer saludable. Hay que comer, lo que se consigue más barato. Y lo barato casi siempre es chatarra”, refirió la mexicana Sol Martínez, quien fue diagnosticada de diabetes el pasado invierno.
Asimismo, se tienen datos precisos que muestran que en 2022, con el reciente informe de las autoridades de salud municipal que aproximadamente 800,000 adultos de la Gran Manzana, estaban diagnosticados con diabetes, lo que representa más del 11% de la población adulta.
Además, los residentes en los vecindarios de muy alta pobreza tenían una prevalencia del 15%, casi el doble de las localidades de baja pobreza. Por condados, El Bronx (15%), Queens (12%) y Brooklyn (12%) tenían mayores números de diagnóstico de esta enfermedad que Manhattan.
“Estas diferencias son marcadas e inaceptables. Y estamos trabajando en un plan claro para revertir estas tendencias”, afirmó la Dra. Michelle Morse. comisionada del DOHMH.
Las autoridades de salud de la Gran Manzana se han planteado hacer frente a las enfermedades crónicas y avanzar en una ruta de equidad en salud, en lo que han denominado un plan llamado “HealthyNYC”, para ampliar la esperanza de vida de los neoyorquinos
El plan Saludable NYC (HealthyNYC), presentado en 2023, establece una “receta” con muchos ingredientes, para abordar las principales causas de muerte prematura, incluidas las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, como la diabetes, los cánceres detectables, las sobredosis, el suicidio, la mortalidad materna, la violencia y el COVID-19.
Para abordar esta tendencia, ‘HealthyNYC’ describe objetivos muy específicos para reducir las enfermedades cardiovasculares y la diabetes en un 5% en siete años.
El plan municipal pone énfasis en fomentar en los hospitales públicos una cultura alimentaria y nutricional diferente.
“Las dietas con exceso de sodio, carne procesada y bebidas azucaradas, y con muy poca cantidad de cereales integrales, frutas y verduras, son una de las principales causas de diversas enfermedades crónicas”, destacan el documento que describe esta estrategia.
La inseguridad alimentaria, una condición económica y social a nivel familiar, que implica un acceso limitado o incierto a una alimentación adecuada, es un problema importante para los neoyorquinos y está asociada con enfermedades crónicas.
En la ciudad de Nueva York, el riesgo de inseguridad alimentaria (definido por DOHMH) es más prevalente entre los adultos con diabetes, que entre los que no la padecen (57.4 % frente al 37.7 %) y entre las personas con hipertensión que entre las que no la padecen (50,3 % frente al 35,8 %).
4 localidades de El Bronx, incluyendo Hunts Point-Mott Haven (18%), Fordham Bronx Park (17%), High Bridge-Morrisania (17%) y Crotona-Tremont (17%), presentaron las tasas más altas de residentes con niveles muy altos de azúcar en sangre en la Gran Manzana.
ELDIARIONY.
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